Medios de navegación
El turismo acuático es uno de los tipos de turismo “salvaje” más emocionantes.
Aquí encontrarás de todo: inmersión total en la naturaleza, autonomía y un placer que no es alcanzable en las condiciones urbanas (¡como disfrutar de la pesca, nada menos!). Además, existe la posibilidad de evolucionar rápidamente, desde ser un novato ingenuo hasta un curtido profesional al estilo superviviente.
Los ríos de nuestro país ofrecen una amplia gama de opciones: puedes navegar en buena compañía por un río taiga de corriente tranquila; o jugar a la ruleta rusa con un río de montaña, tal vez en el Cáucaso, los Sayán o el Altái.
Para elegir entre estas espectaculares opciones, es imprescindible determinar correctamente el medio de navegación. Ahora exploraremos cuáles son estos medios, sus capacidades y cómo se diferencian.
De manera general, los medios de navegación pueden clasificarse en tres clases (al estilo de los verdaderos buques de guerra): ligera, media y pesada.
Existen también algunas construcciones híbridas, pero son para casos especiales de navegación y para objetivos locales específicos.
- La clase ligera incluye kayaks y canoas.
El kayak es una embarcación estrecha, larga y tan depredadora como un tiburón, generalmente diseñada para una sola persona (aunque también hay kayaks de dos y hasta tres plazas). Los profesionales realizan proezas increíbles con ellos.
Por ejemplo, si se vuelcan (algo que ocurre a menudo durante las expediciones), el kayakista puede enderezarse por su cuenta sin salir del kayak. Tal como el barón de Münchhausen, que se sacó a sí mismo y a su caballo del pantano tirando de sus cabellos.
Esta maniobra se conoce como el “esquimotaje”.
El único inconveniente: el kayak es demasiado voluminoso para transportarlo, ya que es rígido y no desmontable. Tampoco ofrece espacio para carga.
Por esta razón, en cualquier travesía acuática, los kayakistas necesitan “sherpas” - otro medio de navegación con tripulación, donde puedan transportar su carga.
Bote inflable - kayak de goma para navegación
El tipo de medio de navegación más popular y, digamos, muy exitoso dentro de esta misma clase son las canoas, especialmente las de dos plazas. Estas pueden ser de tipo rígido o inflable.
Las inflables son ligeras, compactas y no requieren montaje. Basta con inflarlas con un “sapo” (bomba de pie) ¡y listo para partir!
¡Pero ojo! Las canoas inflables prácticamente no tienen quilla, por lo que tienden a zigzaguear al remar, requiriendo bastante atención y esfuerzo para mantener su curso.
Además, este tipo de canoa es bastante impredecible: como una mujer caprichosa, puede realizar alguna maniobra inesperada, en otras palabras, puedes volcar.
La estructura de una canoa rígida es evidente por su nombre. Primero, se ensambla un marco rígido compuesto por elementos estándar incluidos en el kit. El material del marco puede ser madera o metal ligero.
Estas diferencias no impactan significativamente la resistencia; en su mayoría son cuestión de preferencia personal.
El marco ensamblado se inserta (o, mejor dicho, se ajusta, encaja, o empuja) en una carcasa impermeable y resistente como la piel de un bisonte. ¡Y eso es todo, trabajo hecho!
Un consejo: Dedica al menos una semana previa a la travesía para realizar un montaje de prueba.
Seguramente habrá momentos en los que mirarás con frustración una pila de piezas dispares, sostendrás las instrucciones en la mano y exclames: “¡Qué demonios han escrito aquí! ¡Esto no encaja ni a la fuerza!”
Tampoco está de más practicar cómo abordar y desembarcar en la canoa. Hay ciertas particularidades que solo pueden aprenderse con la experiencia.
La experiencia de muchas, muchísimas travesías confirma que la canoa es ideal para ríos de baja complejidad (las categorías pueden investigarse no solo en internet, sino consultando a navegantes experimentados).
Es espaciosa, bastante estable, rápida (en aguas tranquilas, con un equipo sincronizado, puede alcanzar velocidades de 7–8 km/h) y es probablemente la embarcación más adecuada para ríos estrechos y rápidos con rápidos de hasta 1 metro de altura.
- La clase media está sólidamente dominada por los catamaranes.
Catamarán para navegar por ríos de montaña
En cuanto al número de tripulantes, los catamaranes pueden ser dobles o cuádruples. Los dobles, debido a sus características de maniobrabilidad y seguridad, están más cerca de las canoas y rara vez son usados para travesías de quinta o sexta categoría de complejidad.
En cambio, los catamaranes cuádruples a menudo pueden superar incluso a las embarcaciones de clase pesada, como las balsas.
El aspecto general de un catamarán probablemente lo imagine todo el mundo. Dos largos flotadores longitudinales atados a un marco rígido y cuatro remadores. Los flotadores son dobles: el interior está hecho de una tela impermeable al aire, mientras que el exterior, de menor diámetro que el interior, está hecho de un material denso y resistente. El marco puede ser metálico, de un metal ligero, aunque también se puede fabricar de madera en el lugar donde se necesite. En este caso, por supuesto, el catamarán perderá algo de elegancia.
En la actualidad, se puede comprar un catamarán e incluso personalizarlo a gusto.
Dediquemos un momento a la historia.
Historia de los catamaranes
Aquí, nosotros, los ciudadanos de la Federación Rusa, podemos sentir un pequeño orgullo. Si Rusia no es la cuna de los elefantes, seguro que sí lo es de los catamaranes turísticos.
En la Unión Soviética, el catamarán se utilizaba como medio para descender ríos de manera amplia y desde hace mucho tiempo. Y dado que su producción en fábricas era inexistente, cada persona construía el catamarán bajo su propio criterio, corriendo sus propios riesgos.
Naturalmente, con tal variedad, el progreso avanzó rápido, y aproximadamente hacia 1983 se definieron las características técnicas óptimas del catamarán. Lo más importante fue que las tripulaciones abandonaron la postura de estar sentados sobre la “quinta vértebra” y adoptaron la posición de rodillas, donde los remadores están de rodillas sobre los flotadores.
Y para no caer del catamarán, los muslos se fijan con arneses blandos o rígidos. Este cambio, que podría parecer un mero detalle técnico, inesperadamente incrementó enormemente las capacidades del catamarán. Se volvió competitivo frente a las balsas.
Cabe mencionar un punto en contra del catamarán en comparación con una balsa: su desplazamiento es de 4 a 6 veces menor. ¡Pero tiene ventajas! Un catamarán puede tener una velocidad negativa, es decir, puede retroceder si los remadores operan en reversa; también puede avanzar contra la corriente.
Aunque, en ríos de montaña, difícilmente alguien quiera avanzar contra la corriente, sí es posible cruzar de un lado a otro del río (travesar) sin perder demasiada altitud.
En otras palabras, un catamarán para cuatro personas es un verdadero “caballo de batalla” para cualquier descenso complicado o extremo.
Resaltemos otra peculiaridad: precisamente el catamarán, más que cualquier otra embarcación, proporciona a la tripulación una habilidad difícil de describir con palabras: el “sentido del agua”. Por ello, quienes practican catamarán a menudo se convierten en excelentes navegantes en balsas (con los años, muchos hacen la transición a las balsas porque los catamaranes requieren un cuerpo ágil y joven). La transición inversa, de balsa a catamarán, es casi inexistente.
Los extranjeros conocieron los catamaranes rusos precisamente en 1983, en un rally acuático en el río Chuya, en Altái.
Allí, los rusos también vieron por primera vez las balsas-rafts de los estadounidenses. Los estadounidenses dieron vueltas alrededor de diversos catamaranes, los observaron, los fotografiaron.
Y dos años después, en el mismo “Chuya Rally”, llevaron sus propios catamaranes de fabricación industrial: elegantes, lisos, ¡y con variedad de colores! No obstante, no ganaron ningún premio.
- Pasemos a la categoría pesada de medios para descender ríos: las balsas.
Raft - balsa inflable para descensos extremos
Aquí hubo dos líneas de desarrollo paralelas e independientes entre sí.
Una de ellas es la que hoy se conoce con la palabra “raft”, la balsa estadounidense, que se ha popularizado ampliamente en Rusia.
Un raft es una embarcación de fondo plano y forma ovalada; los remadores, con remos de pala simple como los de los catamaranes, se sientan a lo largo de los bordes inflables.
¿Cuál es su ventaja frente a, por ejemplo, los catamaranes o las balsas rusas? Es la misma que tiene McDonald’s frente a una cafetería local: la accesibilidad, su amplio alcance, la simplicidad y su carácter poco exigente.
Para descensos masivos y relativamente seguros, que no requieren técnicas refinadas, ¡es ideal!
Sobre nuestras balsas locales hechas a mano: los estadounidenses, al verlas en el ya mencionado rally, las bautizaron como “Russian rafts”.
El moderno “Russian raft” consta de 4 o 5 flotadores transversales de gran diámetro (1 metro o más). Los flotadores se atan a un marco de madera, fabricado en el lugar.
Construir una balsa es tanto una ciencia como un arte, y es absolutamente indispensable un constructor experimentado. Hay que seleccionar los árboles adecuados, pelar la corteza, secarlos sobre el fuego, tallarlos con la forma necesaria. En la proa y la popa se instalan apoyos llamados pogrebitsy, unos triángulos de madera donde se apoyarán los largos remos. Crear los remos (de cuatro metros o más) es un arte en sí mismo.
Como se ve, es un trabajo prolongado que requiere manejar hábilmente un hacha. Pero ¡qué satisfacción produce contemplar un “acorazado” construido con tus propias manos! Incluso los perezosos “catamaraneros” (que hace tiempo ya armaron sus embarcaciones) quedan admirados cuando ven una balsa lista para lanzarse al agua.
Y cuando la balsa avanza poderosa y segura a través de grandes olas, cuando la tripulación trabaja con calma y en armonía, sin prisas ni alboroto, no, ninguna balsa raft puede ofrecer tal deleite estético. ¡Lamentablemente! Hoy día, ver una verdadera balsa rusa en acción, surcando las aguas, es algo muy raro. Se están extinguiendo, como los mamuts.
Imagen de una balsa en un río - chester
La curiosidad de los turistas acuáticos no puede permanecer tranquila (al menos, era así hasta hace poco), por lo que constantemente surgían estructuras híbridas.
El objetivo es noble: idear algo ligero, confiable, seguro y lleno de ventajas. Mencionemos solo una embarcación que ha demostrado ser muy confiable: el chester (el nombre es local, popular en Siberia; en otras regiones puede tener otra denominación). Consiste en dos flotadores transversales unidos por un marco. Sobre los flotadores hay dos remadores frente a frente, con remos tipo catamarán.
En efecto, el chester encaja perfectamente entre una balsa y un catamarán: gran capacidad de carga (y, por tanto, estabilidad contra volcaduras) y una increíble maniobrabilidad lateral. Aquí está, en resumen, la construcción y las posibilidades de diferentes tipos de embarcaciones. Elige por dónde empezar.
Pero elijas lo que elijas, créeme: el turismo extremo en el agua es una actividad magnífica, puramente masculina, que pone a prueba tu resistencia.
Video
Mira el video de descenso en catamarán:
El deporte más peligroso El descenso es peligroso. ¿Pero cuál es el deporte más peligroso ? El Top-10 está debajo de la imagen.
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