Wingsuit - Volar como un pájaro
Últimamente, en internet han aparecido muchos videos fascinantes de personas planificando en el aire con trajes especiales. El espectáculo de estos valientes planeando a la altura del vuelo de un pájaro no deja a nadie indiferente, y el corazón se detiene por un momento tras cada una de sus maniobras.
Este deporte extremo se llama wingsuiting. La idea de volar con trajes especiales fue tomada de las ardillas voladoras. Durante mucho tiempo, los intentos de diseñar un traje de vuelo terminaron en tragedia. Solo hace unos veinte años se desarrolló la moderna y confiable forma del wingsuit. El traje fue equipado con tres alas (en lugar de dos, como en versiones anteriores) hechas de dos capas de tela que se llenan de aire al planear.
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Una de las disciplinas más complejas del paracaidismo
Wingsuiting combinado con BASE
No todos tienen la oportunidad de planear sobre la tierra. Para empezar a volar con un wingsuit, es necesario haber realizado al menos doscientos saltos en paracaídas previamente.
A diferencia de los saltos en paracaídas, el movimiento no se realiza hacia abajo, sino hacia adelante, recordando el vuelo de un pájaro. El control del wingsuit se logra cambiando el ángulo de caída o la posición del cuerpo.
La vista que se abre ante los ojos de un piloto de wingsuit justifica cientos de saltos previos en paracaídas. Durante un salto, el piloto puede recorrer aproximadamente 2,5 kilómetros horizontalmente por cada kilómetro de altura. Es difícil creer que en solo unos minutos un ser humano pueda recorrer hasta cinco kilómetros volando.
Para los amantes de la adrenalina, existe una experiencia aún más intensa: realizar saltos con wingsuit desde un empinado acantilado de montaña, pasando literalmente a unos metros de la roca. El diseño del traje y la capacidad de realizar el vuelo en dirección transversal al acantilado permiten al piloto seguir al máximo el relieve de la montaña, realizar maniobras diversas, ajustar la altura sobre el acantilado y alejarse rápidamente a una distancia segura para abrir el paracaídas.
Para realizar el salto, el piloto asciende a una altura de alrededor de cuatro kilómetros. La velocidad inicial de vuelo es de aproximadamente 180 kilómetros por hora.
A pesar del costo elevado del equipo (alrededor de 5 mil dólares) y de los estrictos requisitos para participar en los vuelos, la cantidad de aficionados a esta experiencia aérea mágica crece día a día.
El creador de la versión moderna del traje es el diseñador francés Patrick de Gayardon. Para desarrollar el wingsuit, de Gayardon dedicó años a estudiar la técnica de vuelo de las ardillas voladoras.
Al perfeccionar el traje de vuelo, Patrick logró lo casi imposible: realizar un salto desde un avión, alcanzar el mismo avión varios kilómetros más abajo y volver a subir a él. En total, realizó más de 12,000 saltos en paracaídas. Sin embargo, ocho años después de las primeras pruebas del wingsuit, de Gayardon falleció trágicamente debido a una falla en el paracaídas principal durante uno de sus saltos.
Récords con el wingsuit
Un grupo de 71 paracaidistas en wingsuit - récord registrado en 2008
Aterrizar sin paracaídas con un wingsuit es prácticamente imposible. Para reducir la velocidad de caída y aumentar la sustentación, sería necesario aumentar el tamaño de las alas, lo cual está limitado por las capacidades del cuerpo humano. La única opción posible sería utilizar un marco rígido para las alas, pero eso ya dejaría de ser wingsuit.
El único hombre en el mundo que ha aterrizado sin paracaídas usando solo un wingsuit fue el doble Gary Connery. Saltó desde una altura de poco más de 700 metros y aterrizó, como un avión, sobre una pista hecha de cajas de cartón. Una experiencia cuestionable, por decir lo menos.
Un espectáculo fascinante es el vuelo en grupo, formando una “parvada”. Curiosamente, durante los vuelos grupales, es completamente posible hablar entre los participantes para coordinar las maniobras. El récord lo tiene un salto en el que participaron, simultáneamente, 71 pilotos. Para hacerlo más llamativo, los participantes formaron una figura que imitaba un bombardero.
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Un traje equipado con un motor a reacción está en fase de pruebas. ¡Es difícil imaginar las posibilidades que se abrirán para los practicantes de wingsuit con este tipo de equipo!
El cálculo de la trayectoria del vuelo y su cumplimiento representa una gran dificultad. En el punto de aterrizaje siempre espera un equipo de apoyo que, en caso necesario, pueda brindar asistencia médica. Pero, a pesar del enorme riesgo y el alto costo de preparación, vale la pena el vuelo con el traje de ardilla voladora.