Lista de las mejores películas sobre parkour
Es casi imposible no enamorarse del parkour después de conocerlo, aunque sea a través del cine. La sensación de libertad total, superar obstáculos, la velocidad y el control absoluto del cuerpo inspiran admiración en cualquiera que lo vea. Amor a primera vista: esta es una forma adecuada de describir cómo uno puede encariñarse con este estilo de vida.
Lamentablemente, no hay tantas películas sobre parkour como las hay sobre vampiros, zombis e investigaciones detectivescas. Aun así, a continuación te presentamos una lista de las mejores películas sobre este deporte extremo, imprescindibles para cualquier fanático del parkour.
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Yamakasi: Los samuráis del salto
Película sobre parkour: Yamakasi
Los ávidos practicantes de parkour en “Yamakasi” dejan impresionados tanto a los espectadores frente a la pantalla como a los personajes dentro de la película. Y con razón: en los primeros minutos, los siete jóvenes protagonistas trepan por paredes con una habilidad y rapidez increíbles, dejando claro que esta película promete.
Como suele pasar en situaciones así, los policías no están nada felices con las travesuras de los traceurs, pero el profesionalismo del grupo les permite no solo disfrutar de las vistas desde lo alto de los rascacielos, sino también, mediante su característico estilo de parkour, eludir a las autoridades. ¡Cómo saltan estos chicos! O mejor dicho… ¡vuelan! Da la sensación de que flotan en el aire mientras realizan sus saltos desde techos, barandillas y otros obstáculos. A medida que avanza la película, queda claro que a los directores les encanta ridiculizar a los policías (excepto, claro, cuando son los protagonistas y héroes principales).
No es casualidad que esta película se haya convertido en un clásico entre los fanáticos del parkour. Aquí se presentaron por primera vez todos los detalles del arte del movimiento y la superación de obstáculos, inspirando a muchos adolescentes que, por razones obvias, se quedaron fascinados con este estilo.
En resumen, el argumento trata de los siete mencionados chicos, quienes realizan robos a ricos para reunir una gran cantidad de dinero, evitando enfrentarse con los policías, perros guardianes y otros obstáculos. Sin embargo, no roban para ellos mismos. Una comparación con Robin Hood sería adecuada: necesitan el dinero para una operación que puede salvar la vida de un niño. Este niño, al seguir el ejemplo de los experimentados y entrenados traceurs, intenta imitarlos pero cae de un árbol. Una injusticia: el niño se lastima, los adultos no supervisan, pero los Yamakasi terminan siendo los culpables de la situación. El argumento es sencillo pero cautivante, y la habilidad acrobática del equipo es un deleite para los ojos.
Distrito 13
Lista de películas sobre parkour: Distrito 13
Si algo está claro, es que Luc Besson no hace películas malas. Este título merece plenamente ser llamado “excepcional”. Los elementos clave son peleas y parkour. Más específicamente, estos son los aspectos que realmente destacan y capturan la atención. Las escenas en las que el policía Damien lucha con maestría para detener una bomba y Leïto supera cualquier barrera para salvar a su hermana son impresionantes. Son visualmente impactantes, emocionantes y memorables. Esta película pertenece a la categoría de aquellas que siempre vale la pena volver a ver, ya que encontrar un buen thriller con elementos de parkour no es tarea fácil hoy en día. Claro, las peleas son comunes en este tipo de películas y no sorprenden mucho, ya que aparecen incluso en producciones de bajo presupuesto. Pero lo que realmente atrajo a los espectadores hacia este filme fue, sin duda, el parkour.
David Belle (Leïto) interpretó su papel de forma simplemente maravillosa. Se merece un respeto especial porque realiza todas las acrobacias él mismo, siendo un profesional del parkour e, incluso más, el fundador de la
ideología del parkour
. Por lo general, en las películas no se piensa mucho en que los momentos peligrosos los realiza un doble de riesgo; sin embargo, sabiendo que David hace todo por su cuenta, uno no puede evitar admirar cada una de sus acciones. El corazón se detiene cuando, una y otra vez, supera con destreza distancias enormes entre los tejados. Por otro lado, Cyril Raffaelli (Damien) también es excepcional en la película. Al igual que Belle, hace todas las escenas personalmente frente a la cámara. A veces, al verla, resulta difícil decidir qué sería más interesante aprender: si pelear con tanta habilidad o superar obstáculos con tanta destreza.
¡Y qué decir de la banda sonora de la película! La música de acompañamiento, sin lugar a dudas, está en un nivel altísimo y merece todos los elogios. Aporta energía, dinamismo y establece el ambiente adecuado, impregnando el visionado con una vitalidad adicional.
Además de la música, los efectos visuales y demás elementos de la puesta en escena, la película posee una trama bastante buena. Aunque no destaca por su originalidad –el clásico bien contra el mal y similares–, el desarrollo es tan entretenido que los 90 minutos pasan volando. Por suerte, hay una segunda parte para seguir disfrutando de los personajes que seguramente gustarán a cualquier espectador.
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Distrito 13: Ultimátum
Distrito 13: Ultimátum
La segunda parte de la famosísima película sobre parkour cumplió completamente con todas las expectativas. Leïto y Damien están de vuelta, una vez más juntos, mostrando un nivel altísimo y ayudando a su ciudad y al distrito de origen. La película es impresionante, aunque quizás no debería compararse con la primera parte, ya que son diferentes. Se puede ver tranquilamente “Distrito 13: Ultimátum” sin haber visto la primera parte; no se pierde nada esencial y no habrá problemas para entender lo que sucede. No saber de la primera entrega tampoco le resta interés.
Con sus efectos especiales destacados, una grabación de primera clase y un humor encantador, la película atrapa inmediatamente al espectador. Además, esta segunda parte vuelve a ofrecer increíbles bandas sonoras y espectaculares acrobacias, que son imprescindibles. Lo que no le falta a esta película es espectacularidad.
Además de los queridos David Belle y Cyril Raffaelli, cabe destacar a Elodie Yung (Tao). La escena en la que pelea es hermosa; verla es un verdadero placer. Aunque, claro está, todo el equipo es fenomenal, y como siempre, todas las acrobacias, peleas y persecuciones ocupan el primer lugar, generando una gran admiración. Y qué decir de Damien defendiendo un cuadro con agilidad; es un tema aparte. Una vez más sorprende su destreza y habilidad para moverse, incluso llevando consigo un objeto tan valioso.
A diferencia de la primera película, aquí los enemigos de los protagonistas no son bandidos, sino el gobierno. Claro, dependiendo de cómo se mire, tal vez no sea tan diferente… La fuerza de Damien y la habilidad de Leïto, sumadas posteriormente a la destreza de algunos aliados, no permiten apartar la mirada ni un minuto de la pantalla. Es una película ligera, entretenida y perfecta para relajarse. Si tuviéramos que calificarla en una escala del 1 al 10, se llevaría un sólido 10.
Días Audaces
Escena de la película Días Audaces
Una película de producción rusa orientada al público joven. En los primeros diez minutos, se presentan un casino, dinero, tipos rudos, una persecución y una simpatía mutua entre dos jóvenes que se encuentran por casualidad, lo que deja claro de inmediato de qué tratará la cinta. En efecto, “Días Audaces” incluye casi todo lo que podría desear un amante del cine moderno: emocionantes escenas de parkour y peleas, problemas con delincuentes y cómo salir de ellos, además de una historia de amor.
El protagonista, Ignat, es realmente impresionante. Es rápido, ágil, inteligente y valiente, algo que demuestra repetidamente: tiene que ser protector, ladrón y rescatador, por lo que sabe pelear, correr y saltar como ninguno. Aunque, como siempre, las mujeres son las culpables de todo, en este caso, una mujer en particular: Lina, el interés amoroso de Ignat y el centro de toda la trama. De Gosha Kutsenko salió un excelente capitán-pirata, encantado con la mencionada chica, aunque esto no resulta en nada bueno; así que la pelea entre amigos, al igual que la mayoría de los problemas, ocurre por ella. Sin embargo, el Capitán, sin duda, es un personaje destacable: interesante, carismático y, a veces, divertido. Sin él, la película hubiera sentido una falta importante, por lo que el director hizo un buen trabajo al concebir el personaje.
Una mención especial merece la escena del atraco. El canto de Lina y las acciones dinámicas de Ignat y sus aliados se combinan armoniosamente, haciendo que el espectador se sienta ansioso por saber cómo terminará todo, si lograrán su objetivo y si podrán salir airosos.
Los Gatos Negros son el equipo liderado por Timur, quien resulta ser un antagonista odiado por Ignat. Aquí se presenta un poco de skate y ciclismo, seguido de una emocionante persecución en la que uno de los participantes monta una motocicleta potente y costosa, mientras que el otro corre a pie. Por supuesto, este último es Ignat, y resulta muy interesante observar la velocidad de la moto enfrentada a la agilidad humana. En general, la película no está mal. A pesar de la falta de giros de trama completamente inesperados, ver “Días Audaces” es interesante y fácil, y por algunas tomas curiosas, uno podría querer verla varias veces, si no completa, al menos avanzando algunas escenas.
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Freerunner
Fotograma de la película Freerunner
Una excelente película de acción con una buena dosis de elementos de parkour.
Hablemos del argumento. Ryan sueña con salir de su monótona ciudad para ir a algún lugar junto al océano, llevándose con él a su novia Chelsea y a su abuelo. Para ello necesita dinero, que no tiene, y además no puede apostar por sí mismo en una carrera de freerunners (competencia de parkour) porque las reglas no lo permiten. La carrera, por cierto, se transmite por internet. “Para nosotros podría ser la fiesta de despedida”, comenta Ryan en algún momento a su novia mientras se dirigen a una fiesta organizada para los freerunners, sin imaginar cuánta razón podría tener, ya que las reglas del juego cambian drásticamente. Los chicos caen en una trampa y luego se ven obligados a participar en una carrera con nuevas reglas, donde ganar significa sobrevivir, y perder – la muerte, causada por un explosivo colocado en sus cuellos como un collar. Además, la supervivencia viene con un buen bonus: un millón de dólares.
La película está llena de carreras, peleas y una lucha por la supervivencia, y, una vez más, muchas carreras.
Todos los personajes corren constantemente para ganar, al principio por dinero, y luego – por dinero y salvar sus vidas. Resulta interesante imaginar cómo reaccionaría uno si, estando sentado en una cafetería al aire libre, presenciara semejante “torbellino” humano pasando a toda velocidad. Las tomas periódicas en primera persona (cuando se muestran las cámaras adheridas a los freerunners) permiten al espectador sentirse como si estuviera en el lugar de los hechos y experimentar de manera más profunda todo lo que ocurre.
El parkour está captando cada vez más la atención de los jóvenes y, dado que la demanda genera oferta, no es difícil adivinar que en el futuro aumentará la cantidad de películas similares. Solo queda esperar que el ingrediente principal sea la calidad y no la cantidad, para que el cine creado pueda ser llamado con orgullo una obra maestra.
